Monday, January 08, 2024

HEMINGWAY Y EL ABORTO

 


Hace 97 años, Hemingway escribía uno de relatos más polémicos: Colinas como elefantes blancos, un título metafórico que escondía una realidad marcada por la angustia de una española y un norteamericano. El eje argumental gira en torno a una problemática muy ligada al autor. Ernest fue un hijo no deseado y su condición de varón borrado los primeros años de vida, lo marcó para siempre. Su madre no recurrió al aborto por una cuestión religiosa y lo castigó desarrollando en él un rechazo al sexo y a las mujeres, que terminó cuando definitivamente Ernest se escapó del mandato materno que lo sometía a una virginidad hasta el casamiento. En ese sentido, su rebeldía lo llevó a una libertad que muchos confundieron con “marcados desvíos”, cosas que finalmente fueron permitidas para un joven que cargaba el sometimiento de una educación victoriana.




En ningún pasaje del cuento se menciona la palabra aborto, algo que Hemingway deja traslucir y que transcurre entre lo implícito y lo explícito. Hay que ubicarse en la época y en medio de una sociedad pacata; este disparo al aire era un desafío, la bala le podía atravesar el cuerpo a cualquiera y sobre todo a la imagen impoluta de la mujer. El aborto existía pero se ocultaba, no era digno, llegaba después de una inmoralidad y la sociedad hipócrita no permitía quebrar los códigos y las buenas costumbres. Una mujer que abortaba era una prostituta sin más vueltas.




El relato ambientado en una estación de tren en España, se construye en una conversación en la que un norteamericano intenta convencer a su novia Jig que aborte, mientras esperan el tren para Madrid. El hombre no la obligará, pero cree que sería lo mejor.

El cuento es trascendente, es una obra maestra llena de “frases verdaderas” como marca Hemingway.

Ernest inmortalizó una conversación dura, dolorosa para esa época, pero que hoy se repite sin cambios en muchos lugares.

Andrés Julián Chiriboga Villacreces, nos ayuda a seguir el hilo del relato que tiene toda la impronta de un Hemingway entero.

Los invito a leer el análisis del relato y el cuento.

 

 


‘Colinas como elefantes blancos’ es un cuento donde se narra el dialogo entre Jig y el norteamericano en la estación de tren. Se trata de un pequeño dialogo donde los personajes hablan de una operación. Jig no para de observar el horizonte y mencionar que las montañas tienen un aspecto similar al de elefantes blancos, “La muchacha miraba la hilera de colinas. Eran blancas bajo el sol y el campo estaba pardo y seco. -Parecen elefantes blancos -dijo.” (Hemingway, pág. 1). El dialogo entre estos dos personajes se lleva a cabo en el transcurso de 35 minutos, ya que en un comienzo se menciona que el tiempo en el que va a llegar el tren, y al final la chica del bar menciona que el tren llegaría en 5 minutos, “Hacía mucho calor y el expreso de Barcelona llegaría en cuarenta minutos. […]-El tren llega en cinco minutos -dijo.” (Hemingway, págs. 1-6). Hemingway utiliza un narrador impersonal, quien se lo muestra como una persona más en el bar describe la escena desde su perspectiva.


El dialogo entre Jig y el norteamericano como ya se mencionó anteriormente trata sobre una operación a Jig. El norteamericano se esfuerza por convencer a Jig de llevar a cabo la operación, mientras que Jig muestra miedo y desacuerdo con llevar dicha operación, “En realidad se trata de una operación muy sencilla, Jig […] La muchacha miró el piso donde descansaban las patas de la mesa. […]La muchacha no dijo nada.” (Hemingway, pág. 3). Como se ve en la cita anterior, el norteamericano persuade a Jig, tratando de hacer parecer la operación como algo normal y de lo más sencillo; por su parte Jig no menciona nada al respecto, solo se comunica mediante el cuerpo, como se menciona, miró al piso, no dijo nada. El norteamericano por su posición influye demasiado sobre Jig hasta el punto en que ella se muestra sumisa y trata de cambiar de tema, probar cosas nuevas y dejar de pensar en lo que se dice.


En un comienzo no se sabe de qué trata la operación de la que tanto se habla en el transcurso de la historia, sin embargo, a medida que se avanza la historia, se puede ver que esta operación influye tanto en Jig como en el norteamericano. “-Estaremos bien después. Igual que como estábamos. -¿Qué te hace pensarlo? -Eso es lo único que nos molesta. Es lo único que nos hace infelices.” (Hemingway, pág. 3). El norteamericano se muestra como si lo que van a operar es algo que les perjudica a los dos, con esto se puede concluir en que la operación de la que hablan, en la estación del tren, es la de un aborto.

 

Es claro que para una persona, que no planeaba tener un hijo, este se convierta en un problema, y lo relacione con la infelicidad. El norteamericano, a pesar de mostrar que no la va a obligar continúa persuadiendo a Jig para hacerlo, y se muestra como que un hijo será como un intruso, que va a interrumpir la relación entre los dos. “[…] Pero no quiero a nadie más que a ti. No quiero que nadie se interponga. Y sé que es perfectamente sencillo.” (Hemingway, pág. 5).


La frase que más se repite en el relato de Hemingway, y además es el título del cuento es ‘Colinas como elefantes blancos’. Estas palabras las repite Jig en el transcurso del dialogo, especialmente cuando comienzan hablar de la operación y que una vez efectuada, la tranquilidad y alegría regresaría a sus vidas, “Dije que las montañas parecían elefantes blancos.” (Hemingway, pág. 2). ‘Elefantes blancos’ es una expresión utilizada para mencionar una posesión, la cual no aporta nada en especial al dueño, sino que esta la perjudica completamente y se convierte en un estorbo, “Un elefante blanco […] es el nombre que reciben posesiones que aportan menos beneficios que lo que cuesta mantenerlas.” (Fandiño, 2010). Jig cada que mencionaba eso, lo hacía de una manera para referirse al embarazo. Un niño para el norteamericano, sería como un ser que únicamente le brindaría problemas a él y a Jig.


‘Colinas como elefantes blancos’ es un cuento que transcurre en un lapso de 35 minutos y se lleva a cabo en la estación del tren. Dos personajes principales y uno secundario intervienen en el dialogo y un narrador impersonal cuenta lo que puede apreciar de dichos personajes. El cuento trata de la discusión de un hombre norteamericano y Jig una chica embarazada, en la discusión se trata de persuadir a Jig para que ella aborte y así pueda librarse de un problema, que sería el bebé. ‘Elefantes blancos’ es algo que Jig repite constantemente y eso significa que el embarazo será algo que a futuro solo causara problemas y que perjudicara en lugar de ayudar.

 

Monday, September 04, 2023

HEMINGWAY BAILANDO CON DORIBEN EN CABO BLANCO

 


  Tarde  seis meses en traducir el primer borrador de El muertito de Hemingway. El editor al leerlo me dijo que no era lo que esperaba. Discutimos. Abandoné furioso el proyecto. A los pocos días, me llamó mi amiga Mileine Kosac, quien estaba traduciendo el cuento Los gatos de Carolina del mismo autor. Hablamos largamente. Me dijo que el tema ella lo arreglaría con el editor. Mileine consideraba que la novela era un texto difícil de traducir porque el autor manejaba un lenguaje muy latino. Ese Hemingway que aparecía en la obra era un villano insoportable y esa obsesión de ser un héroe tenía que quedar de manifiesto. Incluso me marcó algo inesperado: es un libro feminista. Volví al trabajo. Esta vez fui muy puntilloso. Investigué sobre ese viaje a Perú y logré llegar a la conclusión que el equivocado era yo. Me conecté con la periodista peruana  Karen Espejo y todo fue mejor. Hacía ya unos años, en Lima, se había desarrollado el foro El mar de Hemingway en homenaje a aquella visita del escritor a Perú. El 16 de abril de 1956, Hemingway llegaba al diminuto aeropuerto de Talara, en compañía de su esposa, para pescar al mítico merlín negro. Allí, en Cabo Blanco, tendría lugar la aventura de treinta y seis días que terminaría en fracaso. La novela es un documento maravilloso, con detalles que asombran y nada sobrecargada. El autor tiene la virtud de manejar los tiempos y saltar de Perú a España, de España a Cuba, de Cuba a Estados Unidos, trayendo a figuras como Jacqueline Kennedy, a los hermanos John y Robert, a Marlene Dietrich, al dictador Batista y a Fidel Castro. Según la socióloga Irma del Águila, organizadora de ese Foro junto a José María Gatti, la reunión internacional se organizó en memoria de los 50 años del suicidio de Hemingway y a los 55 de esa visita al Perú.  Precisa la especialista que “Los días que  él pasó en Cabo Blanco son como un orificio en su biografía, no existen muchos registros de esa época, por eso decidimos revalorizarla”.



  Karen Espejo se  entusiasma cuando relata su cobertura periodística. Expresa que Manuel  Jesús Orbegozo, uno de los tres periodistas que viajó a Piura para entrevistar a Hemingway, le regaló una botella de pisco quebranta: “Sobre la botella, escribí -dice el cronista- “Mientras lloren las uvas yo beberé sus lágrimas”. Al día siguiente el novelista al  encontrarse con él, le dijo: “Ya bebí sus lagrimas”.

  Mileine Kosac siguió de cerca mi traducción. Leyó cada capítulo con intensidad. Terminamos destruidos y unas buenas copas de Lubuski calmaron nuestra ansiedad.

  Kosac tenía mucha información sobre Hemingway, me recordó que en 1950, el autor le relató al profesor de literatura Arthur Mizener, de la Universidad de Cornell, un hecho aberrante: “He hecho el cálculo con mucho cuidado y puedo decir con precisión que he matado a 122 prisioneros alemanes. Uno de esos alemanes era un joven soldado que intentaba huir en bicicleta y que tenía más o menos la edad de mi hijo Patrick”.




  Kosac me recuerda que entre los brigadistas internacionales que salieron indemnes de España se encontraba Karol Swiercewiski, el general Walter, muerto en una emboscada en 1947. Hemingway lo inmortalizó como el General Golz en Por quién doblan las campanas.

  El Hemingway que llegó a Perú, era ya una triste figura. El pescador fanfarrón ya no tenía fuerza en los brazos y soportar la lucha con bestias de 900 kilos se le hizo imposible. Ya estaba doblegado, su mujer lo sostenía, el alcohol lo exacerbaba  y el Doriden calmaba sus nervios. Todo esto está bien relatado por Gatti.






  La segunda prueba de traducción tuvo mejor suerte. El editor la aprobó pero se tomó un tiempo para dar su respuesta. Me llamó un mes después. Esta vez la conversación fue más serena. Había que hacer algunos ajustes y quedaría lista. El tercer borrador quedó aprobado. Salimos de su estudio y nos fuimos a Proces Kawki, donde había comenzado la historia.

Eunik Zaniek

Traductor al idioma polaco de la novela El muertito de Hemingway.

Thursday, July 27, 2023

UN POETA SUELTO EN PARÍS

 



Una de las facetas menos conocida de Hemingway es sin duda su condición de poeta. Sin embargo hay que destacar que Ernest, además de ser un gran lector de versos, tenía afán de ser poeta, de hecho su primer libro, asume un lenguaje muy distante a la narrativa.

Ernest mantenía un enorme respecto por Ezra Pound,  a pesar de las diferencias y la edad. Tuvieron una relación difícil: Pound era profascista, Hemingway antifascista. Pound era abstemio, Hemingway bebedor. Pound amaba la esgrima, Hemingway el boxeo. Nada de esto impidió que Ezra fuera su acompañante literario, mentor y agente, editando sus trabajos y enviando poemas a varias revistas como The Dial, obras que fueron rechazadas.

“Ezra quiso que yo le enseñara a boxear (desnuda Hemingway). No llegué nunca a enseñarle cómo se tiraba un gancho de izquierda, y en cuanto a enseñarle el hábito de retirar su derecha, eso lo reservaba para el futuro.”

“Ezra era un escritor muy generoso y el más desinteresado que nunca he conocido. Corría en auxilio de los poetas, pintores, escultores y prosistas en lo que le tenía fe.”

Hemingway publicó su opera prima en 1923 bajo la tutela de Pound. El editor Mac Almon no estaba de acuerdo con Pound sobre la calidad de la obra, pero ante la insistencia de Ezra, imprimió 300 ejemplares. 100 de esos volúmenes fueron de regalo y el resto se distribuyó entre escritores. Unos 50 ejemplares quedaros a la venta en la librería Shakespeare y Company, donde se reunía la cofradía de escritores.


 Se cumplen 100 años de ese acontecimiento. Tres historias y diez poemas nunca se tradujo al castellano, pero ahora, gracias a la editorial española Averso las piezas poéticas tienen su merecido. La tarea de traducción corrió de la mano de Paola Trujillo y José Domínguez. Se presenta en edición bilingüe y se espera un buen recibimiento en toda Europa.

Un año después la publicación fue reeditada parcialmente, los tres relatos tuvieron vida propia. El caso de Mi viejo, marcó la delantera, mientras que Allá en Michigan volvió a publicarse en 1938, después de una enorme polémica en varios países por el relato de una violación. Fuera de temporada, el otro cuento, quedo en lista de espera.

Tres historias y diez poemas es un libro sobrio, en sintonía con los apasionados por Hemingway, se lee de un tirón. No es lo mejor de Ernest, pero no podemos negar que se trata de una opera prima.

A manera de adelanto, les entrego uno de los poemas. Aquí el fantasma del suicidio aparece de manera tajante.

 

Montparnasse

 

Nunca hay suicidios entre la gente del

barrio que uno conoce

al menos no suicidios exitosos.

Un muchacho chino se suicida y muere.

(Siguen dejando el correo en la

estantería de la bóveda)

Un muchacho noruego se suicida y

muere

(Nadie sabe donde ha  ido el otro

muchacho noruego)

Descubren a una modelo muerta

sola en su cama y bien muerta

(causó problemas casi insoportables al

conserje).

Dulce aceite, clara de huevos, mostaza y

agua, espuma de jabón

y lavados de estómago salvan a la gente

que uno conoce.

Cada tarde uno se los encuentra en la

cafetería.

 


Friday, June 09, 2023

100 AÑOS DESPUÉS

 

 

  España se prepara para conmemorar la llegada de Ernest Hemingway a la península hace 100 años.

  El paso de Papa  por España marcó toda una época y un enorme desafío. Dese ese primer arribo al puerto deVigo, en la primavera de 1923, hasta su muerte, Hemingway fue un visitante permanente. Por distintas razones Ernest siempre buscaba un tiempo para llegar a esa tierra que la sentía propia. El novelista había prometido no regresar al territorio español mientras gobernara Franco, pero eso quedó en el olvido. Gracias a un acuerdo hispano-americano, Hemingway volvió con la promesa de no hacer comentarios sobre la Guerra Civil. En esta negociación estuvo la mano de José Luis Castillo-Puché. El pacto se cumplió y ambos felices

  

  Una frase que quedó para el recuerdo acompaña a Hemingway: “No nací en España pero no es culpa mía”. Ernest estuvo más de veinte veces en territorio ibérico. Un relato titulado La capital de mundo, nos acerca a su pasión por España. El cuento es uno de los cuarenta y nueve que conforman la antología que Hemingway preparó en 1938.

  La capital del mundo narra la desventura de Paco, uno más de los tantos Pacos que viven en Madrid, un Madrid increíble, y que trabaja de mozo en la pensión Luarca, junto con dos hermanas. Allí transitan toreros de segunda, más pendientes de su prosperidad que de otra cosa. En la taberna viven otros personajes, hay tres camareros, un anarquista pedante, un viejo gruñón y Paco. Todos los protagonistas van mostrando un mundo donde la miseria humana queda revelada. Hemingway gira alrededor del miedo, la otra pata de la historia. Miedo, miseria y muerte, una hoja de ruta del escritor.

  Aquella primera vista a España fue por consejo de Gertrude Stein: “Sin lugar a dudas tiene que conocer España”. “Se va a encontrar con un país hechizado y salvaje, con toros y bebida”. Ese fue el despertar del joven periodista y escritor que luchaba por la fama.

  Pero no todo quedó en Madrid, Hemingway recorrió el territorio como buen caminante y fue sembrando como prolijo labrador. Dejó su huella en Logroño, Pamplona, Burguete, Bilbao, San Sebastián, Mataró, Valencia, Málaga, Barcelona, por decir algunas ciudades; vivió la gastronomía a pleno, fue fiel visitante a la Plaza de Toros y se mostró con mujeres que caían desmayadas a su paso.

  Alrededor de Ernest en España, se tejieron mil historias, muchas de ellas inventadas, más de una pelea y ciertas charlatanerías baratas.



  En Pamplona desde el 6 al 28 de junio habrá un festival de actividades para celebrar la llegada de ese joven reportero norteamericano del diario Toronto Star a la ciudad que lo haría famoso. El Ayuntamiento tiene preparado conferencias, mesas redondas, teatro, proyectos cinematográficos, talleres de cocina. Entre otros participarán el escritor Koldo Larrea, Miguel Izu, José Luis Martín Nogales, Lola Cabasés, Edorta  Jiménez, Josu Jiménez Maia, Iñaki Sagarna.

  Otra fiesta será la celebración de San Fermín, la tradicional ceremonia que se inicia el 6 de julio. Ese día, todos esperan el chupinazo que se lanza al mediodía desde el balcón de la Casa Consistorial de Pamplona para señalar el inicio de los Sanfermines. “Viva San Fermín. Gora San Fermín” es el grito con el que los pamplonenses reciben las fiestas tras el chupinazo. Todo se torna rojo por los pañuelitos, símbolo del martirio de San Fermín que fue decapitado.

  Más de un investigador y analista sobre la vida de Ernest se preguntó por qué Hemingway no vivió en España y sí en Cuba. La razón es porque Cuba era más económica y el estigma de las 90 millas que separaban  Cuba de Estados Unidos era un desafío permanente. En el medio, la posibilidad de pescar a su antojo y vivir el placer de un clima cercano al paraíso.

  Dos son los temas principales en la obra del norteamerico sobre España: el amor y la muerte, ligados a la guerra. Ernest tenía predilección por el relato de la violencia y la muerte. Algunos críticos los consideran un “tough writers” -escritores duros que cultivan el tema con total crudeza-.

  En rigor, 100 años después, el escritor norteamericano, sigue siendo la figura de un estilo de vida y de una leyenda que no decae con el tiempo.

Sunday, April 16, 2023

BYE, BYE, MARILYN

  Con enorme placer presento como adelanto, mi cuento que integra la antología internacional "M.M", editada por Vencejo Ediciones de España, donde 71 escritores de varios países sumaron su aporte. Este volumen de 425 páginas reúne un material riquísimo que recuerda a la diva de todos los tiempos. La editora Albahaca Martín Gon y el escritor José Luis Muñoz, trabajaron duramente para que el libro finalmente estuviera en las librerías a partir del mes de mayo.En Argentina estará disponible con una modalidad distinta, se ofrecerá en subasta. Desde este espacio quiero agradecer a todos los que hicieron posible la edición de la antología y desear que la venta corone tanto esfuerzo. Los dejo con el cuento.




La reunión duró veinte minutos. Me encontré con Jeffrey en I Fresh Market de Puerto Madero. Previamente le había anunciado el motivo de la conversación.

“Mi padre reunió el material en un archivo secreto. Joe Di Maggio fue amigo de Hemingway y le contó la historia de su relación con Marilyn. Ella necesitaba un superhéroe, un hombre fuerte, un triunfador. Se casaron, él era muy rústico y celoso, la quería para sí, no deseaba tener una sexsymbol. Marilyn fue su gran amor. Él se había separado de su esposa, la actriz Dorothy Arnold, años después conoció a Marilyn. Tuvieron 274 días de matrimonio, peleas, golpes e infidelidades. Se separaron en 1961, cuando ella se fue con el escritor Arthur Miller”.

“Di Maggio dialogaba con Hemingway a menudo, le contaba todo y el novelista lo aconsejaba. Joe se negaba a hablar de Marilyn, estaba peleado con Frank Sinatra y odiaba a Tony Curtis, Yves Montand, Clark Gable, Marlon Brando y a los hermanos John y Robert Kennedy, porque todos tuvieron relaciones íntimas con ella”.

Hace una pausa para sorber un trago de café. Me mira y espera una pregunta. Prefiero que el silencio haga lo suyo y Jeffrey continúe.




“Nunca quedó comprobado si Marilyn fue espía. Por eso la muerte dudosa. Según mi padre, en el informe a la CIA, él da por sentado que Marilyn y Hemingway trabajaron como agentes para la inteligencia rusa.”

“Hay un hecho poco difundido pero interesante, dos agentes de la CIA, en ausencia de Hemingway y su esposa en la residencia de Cuba, ingresaron a la mansión de Finca Vigía buscando documentación del escritor con los contactos rusos. No lograron encontrar nada, pero capturaron cartas entre Marilyn y Ernest que los comprometía. Hemingway, diría tiempo después: El bonito de Robert (Kennedy) está enojado conmigo porque Di Maggio me contó como él y John maltratan a Marilyn. Los hermanos juegan con ella, le prometen contratos, el estrellato, la fama, ser una diosa, a cambio de cama y silencio. Temen que hable y les arruine el futuro político, por eso hay que sacarla del camino.”

Jeffrey mira su reloj y levanta las cejas. Llama a su asistente moviendo su mano derecha y le pregunta si está todo listo para la partida. La respuesta es afirmativa. Vuelve a levantar su mano para que el camarero se acerque. Sin consultarme pide dos ristretto. Parece a gusto con su relato. Sigo jugando con no decir palabra. Hasta ahora todo marcha muy bien.

“Aquí no termina la historia. Era un hecho notorio que los hermanos Kennedy estaban pendientes de los pasos de Marilyn. No sabían cómo callarla y temían que en un descuido la rubia lanzara una bocanada de fuego de su boca. La controlaban dos agentes  de la CIA de forma permanente. Las visitas y encuentros de  Robert con ella, eran cada día más frecuentes. El 5 de agosto de 1962, la estrella, entre la medianoche y la madrugada, aparece muerta sobre la cama. Mi padre, Norman Hodges, perteneciente a un grupo de élite, la asesinó mientas dormía, inyectándole una dosis masiva de hidrato de cloral mezclado con 40 cápsulas de  Nembutal. Tenían demasiadas pruebas sobre lo que Marilyn  conocía y dado el abuso de medicación que cargaba  Monroe, presentar su muerte como suicidio era más que creíble.”

“La bocanada de fuego no era una metáfora. Marilyn, cansada del maltrato, había amenazado a los Kennedy con decir todo lo que sabía en una conferencia de prensa y revelar su embarazo, fruto de la relación que mantenía con ambos. Robert era el señalado como el futuro padre. Una semana antes del supuesto suicidio, Monroe se había sometido a un aborto y cae en depresión. El mismo día de su engañosa decisión, Marilyn sostuvo una explosiva discusión con Robert que terminó a los golpes. Lo que sigue es conocido”.

“Habían pasado 90 días del último encuentro con Bob. Todo indicaba que el embarazo seguiría su curso. Marilyn pensaba que Bobby dejaría todo por ella, sin embargo, al contarle la interrupción del mismo, el político solo dijo: fue lo mejor”.

“Mi padre fue torturado, amenazado de muerte y medicado. Era un psicópata y como tal, egocéntrico e inseguro. Los médicos sabían de su conducta, por lo que llevado a una situación extrema, actuaría con un comportamiento agresivo y violento.”



Me sorprende la naturalidad con que relata el hecho. Jeffrey tiene toda esta historia muy trabajada. Termina su ristretto y vuelve a llamar al secretario. Esta vez, su colaborador, le señala el auto que le espera en la puerta. Hodges me dice que se va a Bariloche a pescar truchas y después, en vuelo privado, a República Dominicana donde tiene su complejo hotelero. Me consulta si me gusta la pesca. Le respondo que no tengo paciencia. Sonríe, debería jugar al golf, eso tranquiliza, agrega. Se levanta dando por terminada la charla. Antes de despedirse me pregunta por qué tengo interés en este tema. Le reitero que soy escritor y estoy escribiendo un relato sobre Marilyn para una antología de autores que se publicará en España. Me da un abrazo y camina con paso firme hacia la puerta donde lo espera el auto que lo lleva al aeropuerto.

Pido un agua mineral y reflexiono, todo este relato es una mentira. La versión de Jeffrey es falsa. Su padre terminó sus días en una cama del Hospital Sentara, en Norfolk (Virginia), recordando que asesinó a 36 personas entre 1959 y 1972. Norman, sin duda, fue un delirante y su hijo un fabulador.

En medio de esta hipótesis conspirativa aparece el psiquiatra de Marilyn, el doctor Ralph Greenson y el actor Peter Lawford, quien fue uno de los primeros en confirmar que la diva había mantenido relaciones con ambos hermanos y sentenció que  se la pasaban como si fuera una pelota. 

La leyenda de Marilyn sigue intacta. Sus fanáticos -soy uno de ellos- la amamos y yo, todavía, no sé como empezar mi cuento. Eso sí: se llamará Bye, Bye, Marilyn

Wednesday, February 08, 2023

HEMINGWAY Y EL MAR

 


La localidad gaditana de Conil de la Frontera (Andalucía), es un lugar que Ernest conocía de sobra. En una carta a su hijo Patrick, el 5 de agosto de 1959, le dice:

“Esa es una zona que nunca había conocido y realmente te encantaría. Estamos comprando unos terrenos en un lugar de la costa, en una zona que se llama Conil. Es como todo era en los viejos tiempos antes de que lo estropearan. Maravillosa playa, buena gente, verdadero pueblo árabe y buenos pescadores como en Cojímar”.

En homenaje a la visita que Ernest realizó en dos oportunidades, el Ayuntamiento programa unas jornadas de divulgación y estudio sobre Hemingway y en especial su relación con el mar.

Del 19 al 23 de abril de 2023 tendrá lugar el evento bautizado Hemingway y el mar.



Hemingway estuvo en Medina Sidonia, en la casa de su amigo el torero Antonio Ordóñez y desde allí llegó a Conil de la Frontera. Quedó deslumbrado con el lugar y su  gastronomía. Un sitio que frecuentó, fue el restorán El Pasaje, de la familia Sánchez, el histórico negocio frente a la playa los Bateles.

El coordinador de las jornadas, Joaquín Recio, ya dispuso el programa de actividades y expreso que: “Poco antes de su muerte, en otra visita a España, en 1959, Hemingway visitó Conil de la Frontera. Ante este hecho, el Ayuntamiento quiere hacer de la ciudad un polo donde la cultura sea un atractivo para vecinos y visitantes, como lo es Pamplona. Para ello, la localidad se convertirá en un centro estatal e internacional de estudio y divulgación de la obra de Hemingway, y contará con la participación de 10 expertos de nueve universidades de todo el Estado español, así como especialistas de su vida y obra.



Para este fanático y seguidor de Ernest, la invitación a participar con mi libro El muertito de Hemingway es un verdadero halago. También voy a sumarme a un zoom, para hablar sobre la experiencia de Hemingway en Cabo Blanco (Perú), donde el novelista viajó y permaneció treinta y tres días tratando de pescar el merlín gigante.

Como siempre digo: Hemingway delira.

 

Monday, December 12, 2022

VOLVER CON LA PIPA ENCENDIDA

 


 

Después de un largo período de ausencia, retomo este encuentro con los amigos de La Pipa. Las razones son múltiples, todas buenas. Tuve que terminar mi primer libro de literatura juvenil, con cierto apuro. Mi editor quería lanzar Los gatos de Carolina este año y me exigía contar con los cuentos lo antes posible. Tarea cumplida. El otro proyecto fue la traducción de El muertito de Hemingway al idioma polaco. Días de mucho trabajo con el traductor y finalmente, para setiembre de 2023, el libro aparecerá en Polonia y en otros países aún no confirmados. Para cerrar, me comprometí con dos cuentos para antologías de género negro -Juramento Negro y Juramento Erótico-, publicadas en España.





Mientras tanto aproveché para volver a ver el video de cuatro horas, inspirado en El sol nace de nuevo, realizado para la televisión por la NBC, en colaboración con la 20th Century Fox, con Jane Seymour y Leonard Nimoy. La primera es conocida por su interpretación en Carrozas de fuego y el segundo es uno de los protagonistas de Viaje a las estrellas.

Seymour, que fuera  “chica Bond”, en 1973, tiene otros trabajos para televisión, como el papel de la doctora Michaela “Milke” Quinn, en la  serie La doctora Quinn (1993-97). La actriz de 73 años, a los 67, no tuvo problemas en posar para la revista PlayBoy.

Nimoy fue actor, poeta, director y fotógrafo,  muy conocido por su papel de Sr. Spock en Star Trek.

La novela de Hemingway, sobre la Generación Perdida de los años veinte, que sobrevivió a la Primera Guerra Mundial, fue escrita cuando Ernest tenía 27 años, en París. Tuvo un éxito inmediato y proyectó al norteamericano a los primeros lugares entre los escritores.



Los fans de Papa se han quejado bastante sobre este video. Yo fui uno de ellos, pero con el tiempo entendí que debía considerar el film como una versión libre. El guionista pecó de soberbio y metió mano a su imaginación con escenas innecesarias de la guerra.

La NBC y la Fox miraron para otro lado y corrieron los riesgos de caso. Dijo uno de los productores: “Esto es cine, no literatura”. La editorial Scribner, que publicó la novela en 1926, expresó que  “prefiere estas licencias a una versión idiota de la novela”.

El video forma parte de la filmografía de Ernest y suma poco al valor literario de Hemingway. Siempre el cine se toma atribuciones y convence a los guionistas para que sumen sangre y violencia. Han pasado muchos años del fracasado intento y, a pesar de todo, uno sigue apostando a la recreación de la obra de Hemingway.

 

Entre tantas novedades, me llega la promoción del libro de Marco Mastrorilli titulado El sentido de la naturaleza por Hemingway, editado por Noctua Book y disponible en Amazon Prime. Se presentó en el Hemingway and Great War Museum de Bassano del Grappa, el sábado 26 de noviembre. Es un breve texto de 88 páginas, fácil de leer al precio de 12 euros.

Mastrorilli, nacido en Milán, ahora radicado en Roma, es un especialista en el estudio de la ecología. El libro guía al lector a explorar la estrecha relación del novelista con el mundo verde. La obra rastrea el gran amor por la naturaleza, que une a Ernest a los bosques y su capacidad regeneradora, pero también su gran pasión por los gatos y perros.



La escritora Darla Worden dice en el prefacio del libro que “Mastrorilli subraya el contexto histórico del período en que vivió Hemingway; muchos científicos naturales de la época eran cazadores. En ese momento, la caza y la valoración de la naturaleza no se consideraban elementos contradictorios.”

Robert Fleming, en su ensayo Hemingway and the Natural Wold afirma que: “Hay pocos escritores que tengan una relación más estrecha con la naturaleza que Hemingway.”

Resulta interesante reflexionar a partir de este libro, sobre algunos comentarios no felices que carga Ernest. Con solo recordar la mansión de Finca Vigía y su entorno, queda claro el espíritu del novelista sobre la naturaleza.

Mastrorilli es autor de 22 libros. Recomiendo acercarse a su obra.